La Astaxantina es un carotenoide natural conocido por ser uno de los antioxidantes más potentes que existen. Se encuentra principalmente en microalgas, así como en animales marinos que la consumen, como el salmón, la trucha y el camarón —de ahí su característico color rosado o rojizo. A diferencia de otros antioxidantes, la astaxantina no se convierte en prooxidante en el cuerpo, lo que la hace excepcionalmente segura y eficaz para combatir el estrés oxidativo.

El resveratrol es un polifenol natural que se encuentra en la piel de las uvas rojas, el vino tinto, las bayas y el maní. Es conocido por su capacidad para combatir el envejecimiento celular, proteger el corazón y actuar como un potente antioxidante.

Los ácidos grasos Omega 3 son nutrientes esenciales que el cuerpo no puede producir por sí mismo, por lo que deben obtenerse a través de la dieta o suplementos. Se encuentran principalmente en pescados grasos como el salmón, las sardinas y el atún, y están compuestos por EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), dos formas altamente beneficiosas para la salud humana.

El Fish Oil, o aceite de pescado, es una fuente natural de ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA), nutrientes esenciales que el cuerpo no puede producir por sí mismo y que deben obtenerse a través de la dieta o suplementos. Estos compuestos cumplen un papel fundamental en la salud del corazón, el cerebro, las articulaciones y el sistema inmunológico.

La L-Arginina es un aminoácido esencial que participa en múltiples procesos del organismo, especialmente en la producción de óxido nítrico, un compuesto que favorece la dilatación de los vasos sanguíneos. Esto permite mejorar la circulación, el transporte de oxígeno y nutrientes, así como el rendimiento físico y la salud cardiovascular. Un déficit de L-Arginina puede generar fatiga, disminución del rendimiento deportivo, problemas circulatorios y menor respuesta inmunológica

El Ácido Alfa Lipoico (ALA) es un compuesto natural con una fuerte acción antioxidante que se encuentra en todas las células del cuerpo. Su función principal es ayudar en la producción de energía y proteger a las células contra el daño oxidativo causado por los radicales libres.

Los probióticos son microorganismos vivos beneficiosos que ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal. Estos “bacterias buenas” favorecen la digestión, apoyan la absorción de nutrientes y refuerzan el sistema inmunológico, desempeñando un papel esencial en la salud digestiva y general del organismo.

El Inositol es un nutriente similar a las vitaminas del complejo B que desempeña un papel fundamental en la señalización celular, el metabolismo de la glucosa y el equilibrio de neurotransmisores en el cerebro. Es ampliamente reconocido por su apoyo en la regulación hormonal, la salud reproductiva femenina y el bienestar emocional.

Las enzimas digestivas son proteínas esenciales que ayudan a descomponer los alimentos en nutrientes más pequeños y absorbibles. Se producen de forma natural en el cuerpo y participan en la digestión de carbohidratos, proteínas y grasas, permitiendo que los nutrientes lleguen a las células para aportar energía, reparar tejidos y mantener el funcionamiento óptimo del organismo.